Biografía de Sarahy Gómez
Fundadora de Dolce Corazón
¡Hola! Soy Sarahy Gómez, fundadora de Dolce Corazón!
A mis 30 años, llevo más de 15 años dedicándome a lo que más amo: el arte de crear y transformar. Todo comenzó cuando era una joven estudiante de preparatoria en León, Guanajuato, llena de ganas de aprender y de crear. Desde pequeña, me apasionaba el dibujo y la creatividad, pero no imaginaba que ese amor por las artes me llevaría a emprender un negocio que cambiaría mi vida.
Mi base
Mi familia siempre fue mi mayor apoyo; mis padres y hermanos creyeron en mí desde el primer día. Con su respaldo, me lancé al mundo de la marroquinería, y poco a poco, mi proyecto fue tomando forma.
Inicios
Al principio fue un pequeño negocio, pero la vida me brindó muchas oportunidades para expandir mis horizontes. Llevé mis productos a exposiciones en diversas ciudades como CDMX, Monterrey, Guadalajara, y aunque al principio tuve dudas sobre la aceptación de mis diseños, cada paso fue un éxito que me motivó aún más a seguir adelante.
Dolce Corazón
Lo que comenzó como una pequeña idea, hoy es Dolce Corazón, una marca que refleja mi pasión por el arte, la creatividad y la marroquinería mexicana. Las redes sociales han jugado un papel fundamental en mi crecimiento, permitiéndome conectar más de cerca con mis clientes, compartir mi historia y ser una fuente de inspiración para mujeres que, como yo, creen que todo es posible.
"Hoy en día, creo firmemente que nunca es tarde para emprender, y que una mujer tiene el poder de lograr su independencia económica y sus sueños. La honestidad, lealtad y la resiliencia han sido los pilares de mi camino, y cada adversidad ha sido solo un peldaño más para llegar hasta donde estoy."
Estoy profundamente agradecida por mi equipo de trabajo, por mi familia laboral que me apoya en cada paso y en todas mis ideas, por más locas que parezcan. Mi propósito es ser un ejemplo de mujer mexicana que, siendo hija, mamá y empresaria, demuestra que nada la detiene para lograr sus sueños y poner en alto el nombre de México a través de la marroquinería.
Mi mensaje para ustedes.
Cada cliente que llega a Dolce Corazón me deja un aprendizaje invaluable, y estoy convencida de que si lo piensas, lo haces, y si lo haces, lo logras. Emprendedores, hoy en día, ya nada es imposible.
